El blanqueamiento dental es un tratamiento completamente seguro, en el que se usan dos agentes blanqueadores: el peróxido de carbamida y el peróxido de hidrógeno. Estos productos penetran dentro del diente, blanqueándolo desde su interior y sin afectar a su estructura dental ni debilitarlo.
Opciones de Blanqueamiento Dental
La odontología actual ofrece dos técnicas de blanqueamiento. El primero es el blanqueamiento en clínica, en donde se aplica un gel blanqueador sobre los dientes que se activa mediante una lámpara especial o láser, favoreciendo la mejor penetración del producto en el esmalte. El segundo es el blanqueamiento ambulatorio en donde se confeccionan unas férulas mediante las cuales el paciente aplica un gel cada día en su casa. Este tratamiento puede durar entre 7-10 días hasta conseguir el blanco dental deseado.
Ambas técnicas son seguras y predecibles. No obstante, en ocasiones los pacientes pueden experimentar sensibilidad dental. Por ello, debido a que los dientes durante el tratamiento están más sensibles a los cambios de temperatura durante unos días, hay que evitar tomar bebidas con hielo o heladas. No obstante, debemos recordar que esta sensibilidad es transitoria y reversible, desapareciendo en unos días, tras finalizar el tratamiento.
Existen el mercado productos blanqueantes poco fiables, que se pueden comprar por internet y el paciente lo aplica en casa sin la supervisión de un odontólogo. Estos productos ofrecen resultados muy limitados e inconsistentes. Del mismo modo, no es aconsejable aclarar los dientes con remedios caseros como bicarbonato o agua oxigenada, pues son productos irritantes y abrasivos que pueden deteriorar el esmalte y erosionarlo.
¿Qué se puede esperar de un blanqueamiento dental?
Antes de empezar el tratamiento tomamos el color del esmalte mediante un espectrofotómetro digital, una tecnología que nos analiza de forma objetiva el color dental dentro de una escala de blancos. Así, mediante este sistema, es posible comparar el color de los dientes entre el antes y el después del tratamiento. Con los actuales productos de blanqueamiento y la activación mediante la lámpara láser, podemos garantizar como mínimo un blanqueamiento de hasta ocho tonos de blanco.
Todas las personas se pueden beneficiar del blanqueamiento, pero en determinados casos existen limitaciones. El tratamiento no va a blanquear coronas de cerámica, obturaciones o empastes antiguos, ni tampoco las raíces de los dientes.
También hay que saber que, en aquellos pacientes que tienen tinciones por tetraciclinas en donde el oscurecimiento de los dientes se muestra mediante bandas horizontales de diferentes tonos de grises, el blanqueamiento conseguirá blanquear las bandas, pero estas continuarán. Por ello, debemos afirmar que el blanqueamiento suele ser un tratamiento suficiente en la mayoría de los casos, pero no en todos. En aquellos casos como las tinciones de tetraciclinas, es posible que sea necesario añadir carillas de cerámica o resina para conseguir un color blanco uniforme.
Nuestro consejo es que acudas a centros especializados y con amplia experiencia. Recuerda que solo los profesionales altamente cualificados podrán asesorarte en tu caso y realizar un tratamiento personalizado que sea más adecuado para ti.