Las coronas dentales, también conocidas como fundas dentales, son prótesis dentales que cubren la totalidad del diente y se colocan sobre el diente de manera fija mediante la técnica de cementado. La finalidad de la corona es cubrir el diente en su totalidad para modificar el color o anomalías de la forma del diente producida tanto por fractura, desgaste, malposición y/o rotación dental.
Procedimiento:
Lo primero que será necesario para llevar a cabo este procedimiento, es la toma de registros dentales del paciente para poder realizar unas coronas provisionales, que nos servirán para colocar en la boca del paciente durante la fase provisional.
Antes de tomar registros para una corona dental definitiva , es necesario limar gran parte de la estructura dental para poder alojar el grosor del material del que se realizará la corona. Una vez preparada la superficie dental, tomaremos los registros y el color. Sobre estos registros se trabajará la corona con el material seleccionado que mejor se ajuste a la situación a rehabilitar.
Durante este procedimiento, el paciente llevará una corona provisional que cumple con la estética y función durante la fase provisional. Una vez realizadas las pruebas del correcto ajuste y color de la corona dental final, se cementará de forma definitiva, quedando ésta totalmente fija y cumpliendo los parámetros funcionales y estéticos.
Tipos de coronas dentales:
Los diferentes materiales con los que se confeccionan las coronas dependiendo de la demanda estética y función son:
- Coronas de Zirconio: Son coronas realizadas con un material libre de metal. Se mantienen estables a lo largo del tiempo tanto en forma como en color.
- Coronas de Porcelana: Estas coronas están hechas de cerámica en su totalidad y están indicadas, sobre todo, para aportar estética ya que son capaces de mimetizarse totalmente al tono del resto de los dientes de la arcada.
- Metal-porcelana: formadas por una base de metal recubierta de cerámica. Estas coronas presentan gran resistencia, pero su estética a largo plazo está comprometida, ya que puede llegar a verse el metal a nivel de la zona de la encía con el paso de los años.
La durabilidad del tratamiento de las coronas dentales suele ser de varias décadas gracias a la estabilidad del material tanto en resistencia como en color. No obstante, no hay que olvidar como en todos los tratamientos dentales, que la estabilidad a largo plazo está estrechamente relacionado en el cuidado por parte del paciente y el control por parte del profesional.
Lo más importante es mantener una buena higiene oral y acudir a las revisiones y mantenimientos odontológicos, para así poder hacer un correcto control sobre el tratamiento realizado y sobre los dientes y la encía que lo soportan.
En el caso de que se detecte una caries, se podría llegar a producir un debilitamiento de la estructura dental que soporta la prótesis dental, facilitando la fractura del diente.
Es importante, el control y mantenimiento del tejido que rodea el diente, porque una enfermedad de encía no tratada y controlada puede acabar en movilidad y/o pérdida de la pieza sobre la que está cementada la prótesis.
Es igualmente importante y recomendable el uso de una férula dental nocturna para evitar sobrecargas dentales