Las célebres muelas del juicio son las últimas piezas dentales en aparecer, entre los 20 y los 30 años, y en posicionarse dentro de nuestra boca. Mientras algunas personas ni siquiera se dan cuenta de su nacimiento, en otras ocasiones son una verdadera amenaza, ya que provocan dolores e inflamaciones que pueden llegar a causar enfermedades severas.
1. ¿Qué son las muelas del juicio exactamente?
Las muelas del juicio o cordales son los terceros molares. Se encuentran situadas al final de la boca. Habitualmente tenemos cuatro, pero esto puede variar en ocasiones y hay personas que pueden tener una, dos, tres o ninguna. Reciben el nombre de “muelas del juicio” porque suelen erupcionar en la edad adulta, cuando la persona ya tiene un “juicio” o criterio más desarrollado.
Si hay espacio suficiente en la arcada suelen erupcionar si problemas, pero en ocasiones estas muelas están inclinadas, torcidas y dan problemas o molestias durante su proceso de erupción. A veces, están tan mal posicionadas o incluidas dentro del hueso que se quedan escondidas sin erupcionar.
Así pues, en los casos en los que emergen sanas y correctamente alineadas, suponen un valioso aporte para la boca. No obstante, en las situaciones en las que causen problemas lo más recomendable es su extracción, ya que no cuentan con un rol importante en la mordida.
En casos como el de la inflamación de encías, el tratamiento se debe realizar inmediatamente porque de no tratarse puede causar infecciones en los nervios, lo que genera un fuerte dolor e incluso infecciones bacterianas que pueden llegar a entrar en nuestro torrente sanguíneo.
2. ¿Cuándo es necesario quitar las muelas del juicio?
Como hemos comentado, no son piezas necesarias realmente. Como ya debes de imaginar, según la posición que ocupan las muelas del juicio (en el fondo de la boca) resultan difíciles de limpiar y al ser las últimas en erupcionar, en muchos casos, afectan a piezas cercanas, dando problemas como los que nos encontramos las siguientes situaciones:
- Pericoronaritis: inflamación de la encía que rodea la muela. Suele producir dolor al tragar, molestias al masticar, mordisqueamiento de la mejilla, supuración y abscesos. Si la encía se inflama más de tres veces al año, recomendamos su extracción.
- Caries: la dificultad en la limpieza puede producir caries en la muela del juicio o en la de delante, llegando a una necrosis pulpar.
- Enfermedad de las encías: la impactación de comida y el acúmulo de bacterias puede producir periodontitis y pérdida del hueso que sujeta el tercer y segundo molar.
- Motivos ortodóncicos: a veces la falta de espacio ocasiona malposición dental y la extracción de los cordales facilita el alineamiento del resto de los dientes.
3. ¿Cómo es la intervención para extraer la muela del juicio?
Recomendamos realizar primero una exploración con un odontólogo o dentista especializado en cirugía oral. Este especialista realizará una ortopantomografía para visualizar la posición de las muelas del juicio, la forma de sus raíces, y su relación con el nervio dentario inferior. Si el odontólogo lo cree necesario solicitará un escáner.
Para realizar la intervención se monta un campo quirúrgico estéril. Recomendamos que el paciente tome una sedación ligera para disminuir el estrés y la ansiedad. El cirujano aplicará anestesia local para dormir la zona a intervenir y dependiendo del caso, tendrá que realizar una incisión y despegar la encía para visualizar el molar.
A veces es necesario eliminar un poco de hueso o cortar la muela para facilitar la extracción. Posteriormente, se dan unos puntos de sutura para que los tejidos cierren por primera intención, evitar sangrado y acelerar la cicatrización. Estos puntos de sutura se retiran siete o diez días después.
4. ¿Cuál es el cuidado postoperatorio?
El odontólogo suele prescribir al paciente una medicación antiinflamatoria y unos enjuagues antisépticos para evitar la infección. Se recomienda el primer día no realizar actividades físicas de esfuerzo y descansar en casa, así como aplicar frío las primeras horas.
Durante una semana es recomendable llevar una dieta blanda y mantener la zona limpia con un cepillo suave. Normalmente, las molestias de una extracción duran dos o tres días, pero en ocasiones y dependiendo de la complejidad de la intervención se pueden alargar hasta dos semanas.
5. ¿Si se desplazan los dientes habría que pensar en realizar una ortodoncia?
Si hay una malposición dental y un apiñamiento que dificulta la higiene dental y predispone a caries, recomendamos realizar un tratamiento de ortodoncia. Además, la correcta posición de los dientes en la boca previene de desgastes en el esmalte, mejorar la mordida y evita problemas en la articulación temporomandibular.