El momento idóneo para comenzar un tratamiento con aparatos de ortodoncia para niños suele ser alrededor de los 6-7 años. Dependerá principalmente del tipo de maloclusión que presenta el niño y de la edad dental, un indicador que se calcula a partir de una radiografía panorámica y que no tiene por qué coincidir con los años del niño.
Debemos diferenciar entre dos tipos de ortodoncia:
Ortodoncia correctiva
En la que el tipo de aparatología usada son los conocidos “brackets” y es aquella que se realiza para niños con dentición permanente, sobre los 13-14 años.
El tiempo de duración del tratamiento varía entre 18-36 meses y el precio del tratamiento variará en función de las necesidades de cada paciente, en general suele oscilar entre 2500 y 4000 €.
Ortodoncia preventiva o interceptiva
Es aquella que se realiza de forma precoz cuando ya hay una maloclusión instaurada en la dentición temporal o mixta, mediante el uso de aparatos de ortodoncia u ortopedia dental infantil. Estos aparatos pueden ser tanto fijos como removibles. El objetivo final es el de corregir o minimizar la maloclusión existente, así como modificar patrones anómalos de crecimiento facial.
Es importante saber que el uso de una primera fase de ortodoncia preventiva no exime la necesidad posterior de una segunda fase de ortodoncia correctiva a los 13-14 años.
¿Por qué es importante el tratamiento precoz con aparatos para los dientes de niños?
El niño presentan gran bioelasticidad ósea: la fisura palatina aún no se ha osificado y en caso de ser necesario podríamos favorecer su crecimiento. Nos permite también redireccionar los gérmenes de los dientes permanentes a posiciones más favorables. Todo ello va a permitir que el niño tenga un desarrollo craneofacial armónico y minimizar las consecuencias futuras de la maloclusión, aportando un mejor pronóstico del caso, tanto estético como funcional.
El tiempo de tratamiento varía entre 9-12 meses y el precio de la ortodoncia infantil ronda entre 1200-2400 €, dependiendo de la severidad y complejidad del caso.
La recomendación general es que el niño comience con las visitas en su clínica de ortodoncia infantil a partir de los 6 años y después se realicen controles de la evolución de su maloclusión cada 6-12 meses hasta el momento adecuado para colocar la aparatología interceptiva o correctiva.