Las encías son uno de los tejidos más importantes de la boca, puesto que forman el aparato que sujeta los dientes, facilitando la masticación de los alimentos. Es por ello que el cuidado de las encías es una de las tareas más importantes si quieres mantener una dentición sana durante muchos años.
¿Por qué se producen problemas en las encías?
Las encías son un tejido blando y queratinizado que rodea a los dientes. En condiciones de salud son de color rosa palo y con un piqueteado en “piel de naranja”. El epitelio de la encía es muy resistente a la masticación, y ha sido diseñado por la naturaleza para tal efecto, pero, sin embargo, el acúmulo de bacterias alrededor de los dientes y una incorrecta técnica de cepillado pueden causar enrojecimiento de las encías, inflamación, sangrado y retracción de las mismas.
¿Qué enfermedades se pueden originar?
Las encías pueden verse afectadas por varias enfermedades, siendo la periodontitis la más frecuente y también la más grave. Recordemos que la periodontitis produce la destrucción del hueso y de la encía alrededor de los dientes, causando movilidad y pérdida dental con el paso de los años. Hoy sabemos que la periodontitis es la primera causa de pérdida dental por encima de los 35 años. De hecho, muchas personas de edad avanzada que no tienen dientes y usan prótesis completas han sufrido periodontitis en el pasado.
Un cepillado traumático y con excesiva fuerza pude causar recesiones y retracción de las encías, lo cual expone las raíces de los dientes, causando un problema estético y de sensibilidad dental.
¿Cómo puedes mantener tus encías sanas?
La respuesta es muy sencilla y pasa por minimizar las bacterias que tenemos en la boca. La placa bacteriana se deposita sobre la superficie de los dientes de manera constante y continua.
Está demostrado científicamente que tras cepillarse los dientes y haber eliminado las bacterias que se habían depositado en la superficie dental, a las ocho horas nuevas bacterias vuelven a cubrir los dientes. Por esta razón debemos cepillarnos los dientes cada ocho horas, o después de cada comida.
Para ello es recomendable cepillarse los dientes con un cepillo suave, manual o eléctrico y cambiarlo cada 3 meses. No obstante, no es solamente la frecuencia, sino también la técnica de cepillado, hay que incidir en la unión del diente con la encía, que es donde empieza la inflamación gingival.
Entre los dientes también se quedan muchos restos de comida que favorecen la aparición de caries e inflamación gingival, para eliminar estas bacterias que debemos ser minuciosos y limpiar las cuatro caras de los dientes, entre los dientes debemos usar la seda/hilo dental o cepillos interdentales.
Por último, recomendamos el uso de un raspador lingual para eliminar bacterias del dorso de la lengua, que son causantes del mal aliento.
¿Con qué frecuencia debes ir al dentista?
Depende de cada caso, una persona joven y con la boca sana es recomendable que acuda una vez al año a realizarse una limpieza profesional y revisión bucodental. Conforme vamos entrando en la edad adulta, en algunos pacientes un cepillado minucioso puede no ser suficiente, de tal forma que algunas bacterias pueden introducirse dentro de la encía provocando la periodintitis. En estos casos es cuando se hace necesario acudir a un dentista especializado en encías, el periodoncista, para que elimine las bacterias que se han introducido dentro de la encía mediante técnicas de tratamiento mínimamente invasivas como el raspado y alisado radicular.
Ensayos clínicos efectuados a grandes grupos de población demuestran que el 60% de los adultos presentan algún tipo de periodontitis, por lo que es recomendable no solo un buen hábito de higiene bucal, sino también ser supervisado por un periodoncista periódicamente para garantizar que tus encías estén sanas siempre y puedas llegar a la vejez con tu dentición completa. Las personas que padecen periodontitis deben realizarse mantenimientos bucales entre 2 y 3 veces al año para mantener una boca sana y libre de bacterias.