La fractura de los dientes a causa de la caries, el bruxismo u otros pequeños traumas son bastante frecuentes entre la población y para poder mantener el diente original, sin tener que recurrir a un implante dental, en Odontología usamos técnicas como la reconstrucción dental de composite.
¿Es necesaria una reconstrucción dental?
Lo cierto es que si no se realiza este tratamiento de estética dental, el diente podría seguir rompiéndose. Al agravarse la fractura dental, la opción que tendría el paciente sería la de la extracción del diente afectado, que podría reemplazarse con un implante dental, por ejemplo.
Es decir, las reconstrucciones dentales de materiales como el composite están indicadas en casos en los que la pérdida de estructura dental es de mínima a moderada. Casos de grandes fracturas o caries muy amplias, requerirán además de la colocación de un material cerámico como pueden ser las incrustaciones o las coronas para proteger la estructura dental remanente.
Entonces, ¿cómo es el tratamiento?
La reconstrucción dental es un tratamiento que se realiza en la clínica en una sesión y que nos permite devolver a los dientes la forma y estructura perdidas, debido a diversas causas como es el desgaste dental, la caries, fracturas dentarias… así como también mejorar la estética los mismos mediante cambios en la forma y el color.
Se trata de un método sencillo que consiste en la adhesión a la estructura dental de una resina conocida comúnmente como composite. Los composites se llevan usando en odontología con magníficos resultados desde hace más de 40 años.
Estas resinas compuestas son materiales con altas propiedades estéticas: presentan una amplia gama de tonos para adaptarse al color de cada individuo y poder reproducir la anatomía interna y externa de los dientes. Además, también poseen excelentes propiedades mecánicas que les hacen resistentes a las fuerzas masticatorias, por lo que no solo permiten recuperar la forma sino también la función.
Mediante las carillas de composite también es posible mejorar la forma y el color de los dientes anteriores de una forma muy conservadora y rápida. En una sesión es factible modificar los dientes anteriores y mejorar las proporciones, consiguiendo así una sonrisa más armónica y bonita que integre en el conjunto de la cara del paciente.
Para la mayor estabilidad y durabilidad del tratamiento se recomienda a los pacientes seguir una serie de pautas como son una rigurosa higiene bucal y evitar partir alimentos muy duros con los dientes.
En definitiva, estos son tratamientos que no solo permiten lucir una sonrisa sana y atractiva en poco tiempo, sino que también ayudan a aumentar la autoestima de los pacientes.