La falta de piezas dentarias es un problema bastante común entre la población española. La ausencia de los dientes genera dificultades masticatorias, migración de las piezas dentales que dificultan la mordida y pérdida de la autoestima. Gracias a las nuevas tecnologías, la posibilidad de conseguir reemplazar estas piezas dentales mediante prótesis dentales fijas altamente estéticas y cómodas es una realidad. Básicamente, la odontología dispone de tres tipos de prótesis dentales que pueden sustituir uno o varios dientes.
Prótesis removible
En primer lugar tenemos la prótesis removible o también llamada “esquelético”. Se trata de una aparato de metal y resina que tiene unos ganchos metálicos que se sujetan a los dientes adyacentes para su sujeción. Esta opción es la más económica, pero no es estética y suele ser incómoda pues el paciente debe sacarla de la boca tres veces al día para su limpieza.
Prótesis fija
En segundo lugar, tenemos la prótesis fija soportada por los dientes o también llamada “puente dental”. Esta prótesis requiere que los dientes adyacentes a la zona de la pérdida dental sean “tallados” de 1 a 2 mm para poder cementar el puente. Es una opción altamente estética y cómoda, pero tiene el inconveniente que se traumatizan los dientes adyacentes por lo que estos pueden desarrollar problemas a medio largo plazo. Además, si fracasa este tipo de prótesis dental, se pierde todo el puente puesto que las piezas están unidas.
Implantes dentales
Por último, tenemos la opción más avanzada, más estética y más cómoda: los implantes dentales. El implante dental es un micro-tornillo de titanio que se introduce de manera indolora en el hueso maxilar y que permite la sujeción de unos dientes de cerámica fijos.
Esta opción, a diferencia del puente dental, no necesita apoyarse en los dientes adyacentes y por lo tanto no se traumatizan. Igualmente, en el supuesto caso de complicaciones, la pieza se puede desmontar sin perderse la prótesis ni alterar los dientes adyacentes.
Es sin duda el mejor tipo de prótesis para reemplazar una pieza dental pérdida, pero también es cierto que nos es una opción económica. Aunque existe la creencia de que este tipo de prótesis no es adecuada en los casos donde no hay hueso maxilar, en la actualidad existen múltiples técnicas avanzadas que ayudan a colocar implantes dentales incluso en zonas con falta de hueso. Es aconsejable estar en contacto con profesionales altamente cualificados para conseguir obtener resultados fiables y duraderos.
Como habéis podido comprobar existen diferentes tipos de prótesis dentales para reemplazar la perdida de una pieza dental. No obstante, cada una de ellas ofrece una serie de ventajas e inconvenientes, siendo la mejor opción el implante dental.
Para finalizar, hay que recordar que la estabilidad de cualquiera de estas prótesis requiere de un mantenimiento y cuidados adecuados por parte de los pacientes. La prótesis debe ser cepillada 3 veces al día y en el caso del puente dental y del implantes dental se requiere el uso de cepillos interdentales o seda dental para eliminar las bacterias que se acumulan entre los dientes, lo cual puede generar infecciones crónica en las encías y caries.
Los paciente deben evitar comer cáscaras, semillas duras o huesos que pudieran romper los dientes artificiales. Del mismo modo, suele ser recomendable utilizar una férula oclusal para dormir, con la finalidad de evitar que el bruxismo pueda fracturar o agrietar las prótesis dentales.