Los implantes dentales son el tratamiento ideal para reemplazar las piezas dentales perdidas, puesto que permiten restituir el diente de una manera natural, indolora y mínimamente invasiva. Pero a pesar de ser un tratamiento muy seguro, algunos pacientes son reticentes a la hora de pasar por él y optan por otras opciones para solventar la pérdida de piezas dentales.
Recordemos que el implante dental es un microtornillo de titanio que se coloca en el interior del hueso para posteriormente sujetar de forma fija una pieza dental de cerámica. A diferencia de otras opciones protésicas como el puente dental, el implante dental no necesita sujetarse en las piezas adyacentes por lo que no debilitamos los dientes adyacentes. Una vez colocado el implante y la pieza dental sujeta al mismo, el paciente puede masticar y hablar con normalidad, como si nunca hubiera perdido su diente natural.
Muchos pacientes nos preguntan cuánto dura un implante dental y si pueden sufrir algún tipo de complicación o problema a corto, medio o largo plazo. En líneas generales los implantes dentales tienen una vida media muy larga. La mayoría de los estudios a científicos nos confirman que el 91% de los implantes dentales permanecen sin problemas o complicaciones durante 30 o 40 años.
Esto es así, siempre y cuando el paciente cumpla con una buena higiene oral en casa y acuda a sus visitas periódicas cada 6-12 meses con su especialista en Implantología para una desinfección profesional de las encías, así como un ajuste periódico de sus prótesis.
No obstante, estos estudios científicos también nos confirman que el 9% de los implantes pueden sufrir complicaciones, incluso en pacientes con una buena higiene y que acuden regularmente a una desinfección de sus encías.
Entonces, ¿qué tipos de complicaciones pueden sufrir los implantes?
Básicamente, los implantes pueden sufrir tres tipos de problemas.
1. Perimplantitis
El primero de estos problemas es una enfermedad llamada perimplantitis, una infección crónica e indolora causado por las bacterias de la boca y que afecta a las encías y el hueso que rodean los implantes. En la perimplantitis, sin que el paciente se dé cuenta, el hueso que rodea al implante se va perdiendo, hasta que llega un momento en el cual el implante se queda sin sujeción y se pierde por movilidad.
Al ser un problema indoloro es recomendable acudir a un especialista en implantes dentales cada 6 meses para un control y desinfección de las encías que permita evitar esta complicación.
2. Rotura o aflojamiento de la prótesis
El segundo problema que pueden sufrir los implantes está relacionado con la rotura o aflojamiento de la prótesis que impide una masticación adecuada de los alimentos. Es importante mencionar que, si se detecta movimiento de la prótesis sobre los implantes, es recomendable acudir rápidamente a tu especialista en implantes dentales para evitar que el aflojamiento evolucione a la rotura de algún componente interno, algo de difícil solución.
3. Fracaso del implante
Por último, tenemos el fracaso del implante. Se trata de una complicación atípica, pues ocurre sólo en un 2-3% de los implantes. El fracaso del implante afecta principalmente a la unión que existe entre el implante y el hueso, y a diferencia de la perimplantitis no hay una pérdida del hueso alrededor del implante, simplemente se pierde esa unión biológica entre la superficie del implante y el hueso. El fracaso del implante también puede evitarse, pero para ello es necesario acudir a centros especializados cuyos profesionales estén altamente capacitados para la prevención y tratamiento de este tipo de complicaciones.
Así pues, los implantes dentales pueden acarrear problemas, pero no debemos olvidar que el 91% de los implantes dentales permanecen sin complicaciones y que con los avances en Implantología las intervenciones son más seguras, indoloras y poco invasivas.