Con el ritmo de vida actual, muchas personas pueden sentirse estresadas o incluso tener síntomas de ansiedad. En ocasiones, estas grandes dosis de estrés pueden liberarse a través de hábitos como el bruxismo.
El bruxismo consiste en una contracción involuntaria de la musculatura masticatoria, lo que lleva al apretamiento o rechinamiento de los dientes de forma inconsciente
Si eres bruxista debes tener en cuenta que la fuerza de este apretamiento dental es superior a la generada al masticar, lo que a medio plazo puede generar problemas que afecten a las encías o agravar problemas existentes. Entonces, ¿cómo afecta el bruxismo a las personas que tienen problemas de encías?
Las enfermedades de las encías, cursan con inflamación, sangrado, retracción de las encías, pérdida del hueso que soporta los dientes y como consecuencia de todo ello movilidad dental.
Y si bien el bruxismo y la periodontitis son entidades diferentes, con etiologías y causas distintas, en ocasiones cuando en una persona se dan ambas circunstancias, las consecuencias son las siguientes:
1. Aumento de la sensibilidad dental
Las retracciones en las encías producen mayor sensibilidad a los cambios de temperatura, esto se ve agravado por el bruxismo.
2. Mayor movilidad de los dientes
La movilidad dental en la periodontitis se debe a la pérdida de soporte de los tejidos que sujetan al diente (encía y hueso), en el bruxismo la movilidad se debe a un ensanchamiento del ligamento periodontal que rodea al diente para adaptarse al exceso de fuerzas de apretamiento. Por lo tanto, cuando ambas entidades se combinan, los dientes se mueven más y esto hace que empeore la periodontitis.
3. Pérdida de esmalte en el cuello de los dientes
Las afracciones se producen cuando los pacientes aprietan los dientes durante periodos prolongados de tiempo y ello da lugar a que se desprenda o descascarille el esmalte que hay en el cuello del diente en la unión de la corona con la raíz. Esto puede predisponer a la aparición de retracciones de encías o empeorar las ya existentes.
4. Pérdida de dientes por fracturas o fisuras
El exceso de fuerzas y bruxismo lleva a la aparición de grietas o fisuras en los dientes que hace que se pierda el hueso que hay alrededor. Los dientes con fisuras tienen mal pronóstico y en la mayoría de los casos hay que extraerlos.
Por todo ello es importante controlar la sintomatología del bruxismo con una férula de relajación y si además se le añaden problemas en las encías y periodontitis hay que evaluar periódicamente la oclusión y mordida para mejorar el pronóstico de las enfermedades periodontales.