No resulta ninguna novedad afirmar que el té verde es una de las bebidas más saludables que podemos consumir. De hecho, sus propiedades han sido elogiadas desde la antigüedad por la medicina tradicional china. De vuelta a la actualidad, hoy en día sabemos que sus altas cualidades antioxidantes resultan beneficiosas ya no solo para nuestra salud general sino también para la bucal. Un estudio realizado en Japón con un muestrario de mil individuos demuestra que aquellos que bebían regularmente té verde tenían las encías más sanas que aquellos que no.
Médicamente, la explicación reside en los componentes polifenólicos (llamados catechinas) contenidos en el té verde. Según parece, éstos son capaces de controlar las inflamaciones y ayudan a luchar contra las infecciones. Por este hecho son cada vez más los productos de higiene oral, como colutorios, basados en los componentes del té verde. Varios trabajos afirman que las cachetinas podrían tener capacidad antiplaca, anti-gingivitis e incluso reducir los compuestos sulfurados relacionados directamente con la halitosis. A su vez, se ha descubierto que las cachetinas también inducen la secreción de D-defensinas, fundamentales en la prevención de la tan extendida enfermedad periodontal.
Así que ya lo sabemos; a nuestra correcta higiene dental y al control periódico por parte de nuestro dentista, añadámosle un poco de té verde.