Las aftas bucales que comúnmente se conocen como “llagas en la boca” son pequeñas úlceras en la mucosa oral, dolencia también denominada “estomatitis aftosa” que principalmente se localizan en el interior de las mejillas, los labios y la lengua, están altamente ligadas a los cambios hormonales, el estrés y a una defensa inmunitaria baja.
Visualmente, las llagas bucales son lesiones bucales o heridas con bordes planos, redondeadas e inflamados, donde hay una necrosis superficial del epitelio, lo que da apariencia de color blanco.
Su tamaño y número puede variar, por lo que podemos encontrar aftas menores de 3-4 mm de diámetro separadas entre sí o grandes aftas de 8-10 mm aisladas. Las aftas de pequeño tamaño desaparecen pronto y no son demasiado molestas, pero cuando hay grandes aftas puede haber dolor, escozor y problemas masticatorios y del habla, sobre todo si aparecen en la lengua.
En este artículo, te explicamos por qué salen las aftas, qué tratamiento se puede realizar y cuándo deberías consultar a tu odontólogo para descartar otras enfermedades.
¿Cuáles son las causas de las aftas bucales?
Existe un gran desconocimiento sobre qué factores son los que provocan las aftas. En ocasiones el origen es multifactorial o idiopático. Podemos asociar las aftas bucales a las siguientes causas:
- Cambios hormonales: un problema más frecuente en las mujeres que en los hombres, que suele aparecer entre los 10 y los 19 años y que está ligado a los cambios producidos en el tránsito de la infancia a la edad adulta. Con la menstruación hay mujeres más propensas a padecer aftas en la boca.
- Estrés: la ansiedad y los nervios producen cambios hormonales en nuestro organismo que predisponen a la estomatitis aftosa.
- Bajada de defensas en el sistema inmunitario: bien sea por estrés, enfermedades agudas (resfriados o gripe) o pérdida de peso rápidas. También por otras enfermedades como VIH o SIDA.
- Enfermedades autoinmunes como el Síndrome de Crohn, donde hay necrosis del epitelio en diferentes partes del tracto digestivo.
- Ingesta de determinados medicamentos.
- Estados carenciales como puede ser una anemia, o bien, la falta de vitamina B12 o ácido fólico.
- Dentífricos y enjuagues bucales que contienen lauril sulfato de sodio.
- Pacientes celíacos o con intolerancia al gluten. Las llagas en la boca también pueden aparecer en personas que padecen otros tipos de alergias alimentarias.
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¿Cómo tratar las aftas en la boca?
Cabe destacar que las aftas son una condición de carácter benigno y no contagioso. El tratamiento de las aftas se dirige a paliar los síntomas, ya que las personas predispuestas a padecer aftas bucales tienden a presentar brotes a lo largo de toda su vida.
Para ello suelen emplearse enjuagues bucales específicos de clorhexidina que evitan la sobre infección, así como productos de ácido hialurónico, que alivien el dolor y ayuden a la cicatrización y reparación del epitelio oral. En ciertos casos puede ser necesaria la administración de corticoides.
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Además, es más que recomendable no fumar ni beber alcohol hasta que se cure el afta, y llevar una dieta suave, evitando alimentos picantes o ácidos, o crujientes que puedan irritar la mucosa oral y producir más dolor. También es importante cuidar la higiene bucal, para ayudar controlar las llagas orales.
El proceso de los diferentes tipos de aftas bucales suele ser agudo durante las primeras 48 horas y disminuir de intensidad hasta desaparecer en una semana, repitiéndose por lo general 2 o 3 veces al año, principalmente en primavera y otoño
No obstante, si un afta no desaparece en 15 días, o suele estar acompañada de más síntomas, como fiebre y malestar, entre otros, es recomendable realizar una consulta con el odontólogo para hacer el diagnóstico diferencial con otras enfermedades orales o intestinales inflamatoria, como la colitis ulcerosa.