En este caso clínico, analizaremos el antes y después del tratamiento de encías retraídas. La retracción de encías, también llamada recesión gingival, es una enfermedad de las encías que puede estar causada por diferentes razones y que consiste en que las encías retroceden y por lo tanto la raíz del diente queda expuesta. Para comprender la importancia de esta patología tan frecuente en la clínica dental, debemos recordar que las encías tienen la función de cubrir la raíz de las piezas dentales, es decir mantienen los dientes protegidos y en su sitio. La periodontitis o “piorrea” (enfermedad periodontal indolora que destruye la encía), la falta de un mantenimiento bucodental profesional periódico, o un cepillado agresivo o traumático son las causas de retracción de encía más frecuentes. Al retraerse el tejido de las encías, aparecen diferentes problemas como la hipersensibilidad dental al frío o al calor.
También pueden generarse caries, problemas estéticos y movilidad dental, al estar la raíz expuesta, con la preocupación por la posible pérdida del diente a largo plazo. La aplicación de técnicas de microcirugías mínimamente invasivas, asistidas por microscopio y en las que se utilizan láminas de colágeno permiten recuperar la totalidad de la encía perdida, recuperando el aspecto natural original. Estas nuevas técnicas de reconstrucción de la encía ayudan a regenerar el tejido perdido, incluso en casos muy severos. En algunos casos clínicos, la retracción se acompaña de inflamación de las encías, de uno o más dientes cercanos. Cuando esto sucede, previo a la intervención, se realiza una desinfección periodontal y una limpieza, para eliminar la placa bacteriana. Luego, se puede proceder a la microcirugía.